domingo, 27 de noviembre de 2016


He decidido
reformar mi muro,
ese que separa mi interior
del resto del mundo.

Necesitaré piedras nuevas,
-más gruesas-
barrotes para las ventanas
y puertas blindadas.

Lo reconstruiré de arriba a bajo
para protegerme de tus asaltos.
Porque no se puede defender un castillo
cuando el enemigo
conoce sus secretos
porque una vez
fue aliado
y lo observó desde dentro.

Y eso
hiciste

conmigo.

Tú,
que siempre tuviste mi puerta abierta,
te aprendiste cada recoveco,
cada una de las malditas grietas
que me hacen sentirme indefensa
ante todo aquello que me rodea.

Y lo aprovechaste
para entrar y salir de mi alma
cuando
te
daba
la
puta
gana.

A pesar de todo
te propongo una oferta:
Vete para siempre
y deja de buscar la guerra
o quédate conmigo a este lado del muro
y salvémonos juntos del resto del mundo.










No hay comentarios:

Publicar un comentario

Opiniones