sábado, 22 de abril de 2017

Hoy he quemado mi tristeza,
y  he disfrutado
viendo como ardía mi pena.
Después he soplado las cenizas
para que se perdieran junto al viento.
Pero los recuerdos han soplado más fuerte
y en una inesperada ráfaga de aire me las han devuelto.

Y así ha sido como he visto
resurgir de sus restos
a aquello
que por un momento creí muerto.








sábado, 18 de febrero de 2017

Me levanto,
cansada de dar vueltas en la cama,
intentando conciliar un sueño que no llega
porque hasta Morfeo parece haberme abandonado.
Veo mi puerta cerrada,
las persianas bajadas,
 el rayo de luz
que intenta colarse en mi vida por una pequeña rendija.
Y mientras me miro en un espejo 
-en el que no veo nada-
me inyecto en vena una dosis diaria de recuerdos 
que me den algo de calma,
  noto como mi cuerpo se relaja,
 la imagen del espejo se vuelve más nítida,
 mi reflejo me devuelve un intento de sonrisa
y una mirada desesperada.


 Mientras vuelvo a la cama
me fijo en la puerta
pienso en  por qué sigo cerrándola con llave
si aquí no intenta entrar nadie
 ni queda tampoco quien quiera marcharse.
Recuerdo  la alegría que  las paredes escupían
cuando aún tenía vida.
Y me pregunto cómo fue que se coló aquí dentro toda esta tristeza,
haciéndome abrir la puerta
invitando a todos
a que se fueran.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Elvira Sastre

Un pájaro se para en mi alfeizar y me tiende un ala
Pero tu silencio es un hueco inhabitable y mis alas necesitan un descanso.
Aunque no vuela quien tiene alas sino quien tiene un cielo
Y con este abandono tuyo tan frió y distante yo he dejado de tenerlo
porque si no estás
no me queda otra cosa que no sea esta soledad obligada,
mientras confundo recuerdos con heridas…
Y acariciar el pasado solo sirve para torcer mi camino.

La soledad es mirar unos ojos que no te miran,
-quizá sea por el cansancio de mis ojos que siempre están en otra parte-
que tú hace tiempo que no  los miras.
Y es que no hay nada peor que sentirse olvidado dentro de uno mismo,
porque yo me quedé en tus ojos.
para saber mirarte cuando cierro los míos.
Te pongo un espejo delante,
 tu vuelves  a mirarte en él mientras alguien  lame tu herida…
Yo intento mirarme,
y no me veo,
pero  ya me reconozco.
Porque la única manera de vaciarse de amor es llenándose de silencio,
ese que se que nunca me hará daño
aunque siga siendo más triste cuando no es forzado.

Ahora a ti, tengo que decirte
que ya no ocupas mis ojos,
que sigo creyendo que fuiste un milagro aunque ya no crea en la fe,
pero que tu recuerdo ya es solo un beso en mi herida.
que sobrevivo  sabiendo que el ayer nunca volverá…

Porque quizás solo se trate de encontrar a quien me siga mirando cuando  cierre los ojos.

viernes, 16 de diciembre de 2016

jueves, 15 de diciembre de 2016

¿Qué es la ilusión sino el arma que esconde -y casi siempre dispara- la bala de la decepción que nos mata? De ilusión no se vive, Se muere.
Ojos que sueñan con ser espejos
--para que nadie pueda ver dentro de ellos-
labios que desean gritar todos sus secretos,
muñecas que esconden -tras pulseras- heridas abiertas,
piernas cansadas de buscar un camino,
manos que se aferran  a viejos deseos extinguidos
y un corazón que ya solo late
para hacernos creer que seguimos vivos.


miércoles, 30 de noviembre de 2016


Conseguiste que creyera
Que mis alas 
 no estaban desgarradas,
 que juntos podríamos alzar el vuelo
para conquistar el cielo.

Con ciega confianza agarré tu mano
Y desde el borde del abismo más alto
 saltamos al vacío sin mirar abajo,
Pero solo tus alas
Se desplegaron,
Las mías
No se abrieron
-creo que nunca existieron-
                  Y aun así  volamos
Hasta que soltaste mi mano
Fue entonces cuando mis ojos se llenaron de miedo.
Grité hasta quedarme sin aliento
Mientras caía entre nubes llenas de silencio
Y sentí
Que
Moría
Por
Dentro.
Porque lo más doloroso fue ver
Como me dejabas caer
Para librarte de mi peso
Y  así poder volar más lejos.


domingo, 27 de noviembre de 2016


He decidido
reformar mi muro,
ese que separa mi interior
del resto del mundo.

Necesitaré piedras nuevas,
-más gruesas-
barrotes para las ventanas
y puertas blindadas.

Lo reconstruiré de arriba a bajo
para protegerme de tus asaltos.
Porque no se puede defender un castillo
cuando el enemigo
conoce sus secretos
porque una vez
fue aliado
y lo observó desde dentro.

Y eso
hiciste

conmigo.

Tú,
que siempre tuviste mi puerta abierta,
te aprendiste cada recoveco,
cada una de las malditas grietas
que me hacen sentirme indefensa
ante todo aquello que me rodea.

Y lo aprovechaste
para entrar y salir de mi alma
cuando
te
daba
la
puta
gana.

A pesar de todo
te propongo una oferta:
Vete para siempre
y deja de buscar la guerra
o quédate conmigo a este lado del muro
y salvémonos juntos del resto del mundo.