Un pájaro se para en mi alfeizar y me tiende un ala
Pero tu silencio es un hueco inhabitable y mis alas
necesitan un descanso.
Aunque no vuela quien tiene alas sino quien tiene un cielo
Y con este abandono tuyo tan frió y distante yo he dejado de
tenerlo
porque si no estás
no me queda otra cosa que no sea esta soledad obligada,
mientras confundo recuerdos
con heridas…
Y acariciar el pasado solo sirve para torcer mi camino.
La soledad es mirar unos ojos que no te miran,
-quizá sea por el cansancio de mis ojos que siempre están en
otra parte-
que tú hace tiempo que no los miras.
Y es que no hay nada peor que sentirse olvidado dentro de
uno mismo,
porque yo me quedé en tus ojos.
para saber mirarte cuando cierro los míos.
Te pongo un espejo delante,
tu vuelves a mirarte en él mientras alguien lame tu herida…
Yo intento mirarme,
y no me veo,
pero ya me reconozco.
Porque la única manera de vaciarse de amor es llenándose de
silencio,
ese que se que nunca me hará daño
aunque siga siendo más triste cuando no es forzado.
Ahora a ti, tengo que decirte
que ya no ocupas mis ojos,
que sigo creyendo que fuiste un milagro aunque ya no crea en
la fe,
pero que tu recuerdo ya es solo un beso en mi herida.
que sobrevivo sabiendo
que el ayer nunca volverá…
Porque quizás solo se trate de encontrar a quien me siga mirando cuando cierre los ojos.