Hoy he quemado mi tristeza,
y he disfrutado
viendo como ardía mi pena.
Después he soplado las cenizas
para que se perdieran junto al viento.
Pero los recuerdos han soplado más fuerte
y en una inesperada ráfaga de aire me las han devuelto.
Y así ha sido como he visto
resurgir de sus restos
a aquello
que por un momento creí muerto.