¿Y quién no ha sentido alguna vez en su interior un agujero negro que se traga tu alma y te deja vacío y roto?
lunes, 29 de diciembre de 2014
sábado, 1 de noviembre de 2014
Mi frío.
No, no me gusta el frío. Incluso se podría decir que odio el frío. No el frío en sí, sino todo lo que este trae consigo. Nostalgia. Melancolía. Malos recuerdos. Recuerdos buenos de tiempos que ya no volverán.
Y tu mente se nubla. Y solo hay nostalgia.
Odio el frío. Odio la nostalgia. Odio los días grises. Odio tantas cosas que incluso a veces me odio a mi misma.
Odio el miedo que siento del frío, de no poder controlar mi mente, de volver a caer en la adicción que produce la nostalgia. No hay droga peor. Te consume poco a poco, te va pidiendo cada vez dosis más grandes, y al final acaba destrozando tu alma. Convirtiéndote en un ser que simplemente vaga por el mundo, pidiendo ayuda a gritos sin que nadie llegue nunca a oírla.
Pero he aprendido algo, podemos combatir el frío, para ello tenemos el olor a café recién hecho, las tazas de chocolate caliente, libros que nos envuelven entre la textura de sus páginas, personas que iluminan con sonrisas los días más grises, la sensación de calidez que producen los abrazos, el calor que emana de una hoguera mientras las llamas consumen poco a poco la madera...
Y no, ya no hay frío. Ya no hay nostalgia.
Mi frío ya no existe.
Y tu mente se nubla. Y solo hay nostalgia.
Odio el frío. Odio la nostalgia. Odio los días grises. Odio tantas cosas que incluso a veces me odio a mi misma.
Odio el miedo que siento del frío, de no poder controlar mi mente, de volver a caer en la adicción que produce la nostalgia. No hay droga peor. Te consume poco a poco, te va pidiendo cada vez dosis más grandes, y al final acaba destrozando tu alma. Convirtiéndote en un ser que simplemente vaga por el mundo, pidiendo ayuda a gritos sin que nadie llegue nunca a oírla.
Pero he aprendido algo, podemos combatir el frío, para ello tenemos el olor a café recién hecho, las tazas de chocolate caliente, libros que nos envuelven entre la textura de sus páginas, personas que iluminan con sonrisas los días más grises, la sensación de calidez que producen los abrazos, el calor que emana de una hoguera mientras las llamas consumen poco a poco la madera...
Y no, ya no hay frío. Ya no hay nostalgia.
Mi frío ya no existe.
lunes, 25 de agosto de 2014
sábado, 31 de mayo de 2014
domingo, 25 de mayo de 2014
miércoles, 21 de mayo de 2014
Todos tenemos un secreto encerrado bajo llave en el ático del alma.
Durante años he huido sin saber de qué. Creí que, si corría más que el horizonte, las sombras del pasado se apartarían de mi camino. Creí que, si ponía suficiente distancia las voces de mi mente se acallarían para siempre.
Te llevaste todas las respuestas... (Marina)
miércoles, 30 de abril de 2014
Deseos irracionales
De las sombras irreales de la noche regresa la verdadera vida que conocíamos. Hay que reanudarla allí, donde la habíamos dejado, y sentimos la necesidad de continuar alentando la energía con la fatigada repetición de los mismos hábitos estereotipados, o también, al abrir los ojos un día, con el deseo irracional de encontrar un mundo que ha renacido en la oscuridad para nuestro placer, un mundo en el que las cosas tendrían nuevas formas y colores, y serian distintas, o donde guardarían otros secretos, un mundo en el que el pasado no tendría lugar, o tendría uno pequeño, o sobreviviría de manera inconsciente, sin obligación o remordimiento, pues hasta el recuerdo de la alegría tiene su amargura y los recuerdos del placer su propio dolor…”
Oscar Wilde- El retrato de Dorian Gray
sábado, 19 de abril de 2014
domingo, 23 de febrero de 2014
Aceptamos el amor que creemos merecer.
Somos infinitos
Pero no, yo no soy capaz de sentirme infinita.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)